martes, 17 de julio de 2012

Un Cadáver Exquisito - El Cuarto de Baño - "Trozo" 5


TROZO 5. H@n

Y es mi voz, y es mi cara, hasta creo que lleva mi ropa. O no... recuerdo esa chaqueta. Cuero negro, con ese detalle en las mangas. Si, si, la recuerdo ¿por qué no la compré? ¡Ya está! Es la chaqueta que vi en la Calle Mayor, cuando iba a pagar, decidí que mejor gastaría el dinero en el musical. Claro que en el musical conocí a Alberto. Si no hubiera cambiado de pensar en el último momento no habría pasado el fin de semana con él, y por tanto no habría conocido al que resultó ser el Jefe de Recursos Humanos de la empresa con la que estábamos negociando. Curiosa casualidad.



Miro más allá, son todo mujeres. Son todo yos. Menos mal que pude hacer pis en la habitación donde me tenían, si no ¡me lo hubiera hecho ahí mismo!
Voy fijándome y veo pequeños detalles diferentes en todas ellas, aunque al principio parecían iguales. La mayoría lleva el pelo como yo, pero consigo distinguir a una con rastas, larguísimas, como si se las hubiera hecho hace años. Vaya, hace 5 años yo también lo estuve pensando.

Eran versiones de mí. Cada vez lo tenía más claro, pero... ¿qué hacían ahí? ¿por qué había miles de versiones mías en aquella sala? ¿por qué todas esas pequeñas diferencias? Un momento, nos estamos desviando de lo importante... ¿por qué narices unos tipos japoneses que paraban el tiempo me habían llevado hasta allí? ¡Que congelan el tiempo! ¿Es que no tenían nada mejor que hacer?
A la que interrumpí mis pensamientos, me di cuenta de que yo-con-chaqueta-de-cuero, seguía hablándome, presentándome a otras yos. Estaba la yo que sí se cortó el pelo a lo chico. La yo embarazada, que supongo, no se tomó la pastilla del día después tras el incidente con Sergio. Era como si todas las decisiones que había tomado en mi vida, se hubieran desdoblado creando otra vida paralela, y allí estábamos, todas juntas. Quise preguntarles si todas se estaban meando cuando acabaron allí, pero me pareció algo estúpido. Así que esperé hasta que por fin me llevaron a la tarima donde los trajeados japoneses que paraban el tiempo y no tenían nada que hacer esperaban sentados, espero que para darme alguna explicación, porque aquello empezaba a mosquearme.

4 comentarios:

  1. ¡Ufff, qué imaginación! excelente este pedazo de "fiambre" que va dando un giro que a saber a donde nos lleva.
    Saludos!

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  2. Si yo te contase Montse, si yo te contase cómo sigue la historia...

    Saludos.

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  3. Ejem... bueno...hay una parte que me la sé, jiji

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