jueves, 31 de enero de 2008

Urgencias en el 12 de Octubre

He aquí una historia que parece ciencia ficción, no en sentido literal, sino por que es de lo más increíble. Los hechos, acaecidos un sábado 3 de noviembre de 2007, sucedieron así:


Sábado, 03:25 am

Un dolor insoportable en la cabeza me saca de mi plácido sueño nocturno. El dolor se localiza en la parte derecha desde la base del cráneo hacia la frente. Es horrible, nunca había sentido tanto dolor. Automáticamente mi novia llama a un taxi y nos encaminamos a urgencias del hospital 12 de Octubre de Madrid.


Sábado, 04:00 am

Llegamos a urgencias pensando que el dolor estaba provocado por una contractura que tenía en la espalda. Se lo explicamos a una amable funcionaria de la ventanilla de fuera y nos pasa a una sala de espera.


Sábado, 04:09 am

Aparece alguien con bata verde y después de la correspondientes preguntas de qué es lo que me pasa y de mis entrecortadas respuestas puesto que el dolor no me permite ni hablar, decide, sin ningún tipo de examen previo, mandarme a consultas en lugar de a un traumatólogo o neurólogo. Sigo la línea azul del suelo, ya sin mi novia, hasta otra sala en la que hay una señora con su hijo, de unos 19 años. No entiendo porqué a mí no me puede acompañar mi novia y a un tío hecho y derecho de 19 años sí le puede acompañar su madre.


Sábado, 04:13 am

Llego a otro mostrador a intentar explicar por tercera vez qué es lo que me pasa. Esta vez son enfermeras. Me invitan a sentarme y esperar a que venga un médico. ¿A esperar? ¿No hay médicos en urgencias? Su contestación de deja helado: "Hay casos más graves que el suyo y los están atendiendo en este momento". ¿Más graves? ¿A caso sienten ellas que la cabeza va a reventar en unos instantes? ¿No hay ni si quiera UN médico para atender las consultas? Me siento y espero.


Sábado, 04:25 am

Me levanto y empiezo a dar vueltas por la sala porque me siento ligeramente mejor levantado que sentado. Una de las enfermeras se ha ido a dormir a la sala de al lado. Lo sé porque se ha llevado la silla y ha apagado la luz. Sigo esperando al médico.


Sábado, 04:30 am

Llega otro enfermo. Esta vez el señor tiene una viruta de acero en un ojo y la "discriminadora" de la primera sala ha decidido que su urgencia se ve en consultas y no directamente con un oftalmólogo. El señor está desesperado por el dolor.


Sábado, 04:40 am

Otro enfermo llega a la sala. El dolor es insoportable. También le toca esperar sólo que a los 5 minutos empieza a montar el pollo. La enfermera le contesta lo mismo que a mí. El hombre alucina y se pone a dar gritos. La enfermera grita también. Yo creo que me voy a morir allí.


Sábado, 05:15 am

Los demás enfermos han tenido suerte y a pesar de llegar después de mí ya les han atendido y se han ido. Ahora estoy sólo en la sala y el médico sigue sin venir. La enfermera dormida aparece porque hacen un cambio de turno. Vienen enfermeras nuevas. Me comunico cada 10 minutos con mi novia que no se cree lo que está pasando.


Sábado, 05:45 am

Sigue llegando gente con distintas enfermedades y también les toca esperar. Suerte que ellos pueden montar el pollo, yo no puedo ni hablar del dolor.


Sábado, 06:10 am

Por fin, dos horas después, llega una doctora y me atiende. Me atiende por el científico método de las preguntas y respuestas. Ella pregunta y yo gimo de dolor. Ella interpreta mi gemido y escribe algo en letra de médico en un informe. Al final, sin haberme tocado ni un músculo decide pincharme Valium 5 para que se relaje la contractura que no me ha tocado ni detectado y se me quite el dolor.


Sábado, 06:50 am

El dolor sigue ahí, igual de fuerte. Por fin una de las enfermeras que me llevaba viendo un buen rato, muestra signos de persona humana y llama al médico echándole la charla por el tiempo que llevo aguantando el dolor.


Sábado, 07:10 am

Llega OTRO médico distinto. Le vuelvo a contar todo y me hace una prueba neurológica consistente en seguir el dedo con la mirada (menos es nada). Me receta paracetamol y esperar.


Sábado, 07:20 am

Otro cambio de enfermeras. Me dan el paracetamol. Me siento.


Sábado, 08:10 am

Vuelve el médico y me pregunta en la misma sala de espera. Le cuento que el dolor ha remitido un poquito y me dice que eso es que el paracetamol va bien. Me hace una receta y me manda a casa.


Sábado, 08:12 am

Mi novia y yo alucinamos con el tema y nos vamos a ver si podemos dormir un ratito.


Sábado 17:15 pm

El dolor sigue ahí y llamo a mis padres para que me lleven a urgencias de nuevo. Esta vez si me van a mirar bien (esa es la esperanza que tengo)


Sábado, 18:03 pm

Llegamos a la ventanilla y ni me miran. Espero pacientemente, nunca mejor dicho, y a los 5 minutos me dice que ahora me atienden. Me cambio de ventanilla, explico por enésima vez lo que me pasa y me vuelven a mandar a consultas. Le digo que no, que ya he estado y nada y me pasan a otra sala para que me vea un especialista. Me emociono.


Sábado, 18:15 pm

Sale una enfermera, me pregunta qué me pasa, ya no tengo fuerzas para contar la misma historia otra vez, debería haberla grabado. Me dice que espere.


Sábado, 18:25 pm

Sale un doctor y me pasa a un "box". Otra vez a contar lo mismo. Se queda catatónico mirando un papel y cada cierto tiempo escribe algo. Una prueba neurológica "manual" más. Más catatonismo. Una pregunta más. Más catatonismo. Por fin se decide a tocarme la cabeza. Más catatonismo.

Sábado, 18:30 pm

Mi amigo el doctor se va y me deja en el box sin dar explicaciones. Al rato empiezan a llegar enfermeras preguntando por otras personas. Pasa el tiempo. Llega una enfermera y me pone otra inyección asegurando que me voy a dormir y que me va a dejar relajadísimo. NADA.

Lunes, 16:10 pm

Voy a mi médico de cabecera y alucina con el trato de urgencias, sobre todo con que no me hayan hecho ni una mísera radiografía. Me manda una de urgencias para esa misma tarde.

Lunes, 18:20 pm

Vuelvo con la radiografía. No está informada porque por la tarde no hay radiólogo, sólo el tipo que las hace. No se ve nada especial. Me toca el cuello, la espalda y me cambia todo el tratamiento.

Lunes, 18:35 pm

Empiezo a mejorar. Resulta que el médico de cabecera se preocupa y sabe más que los especialistas. Aún así paso una semana de aúpa, de baja y me queda el recuerdo de 72 horas continuas de infinito dolor.

Inaguración Oficial del Blog del Escarabajo Pelotillero

¡Bienvenido!

Lo primero, gracias por visitar mi blog. Espero que te guste y vuelvas, y que participes.

Si tienes 30 segundos siempre puedes contestar a la encuesta a cerca de qué te gustaría que se tratase en el blog. Las respuestas no son excluyentes así que marca todo lo que te apetezca.

En fin, para ir haciendo boca siempre puedes leer una historia que parece de ciencia ficción pero que fue vivida por mí y por mi pelotilla (ya irás cogiendo el arie al término pelotillo, pelotilla y pelotillero que entre otras cosas dan título al blog) en primera persona.

Saludos.