miércoles, 3 de noviembre de 2010

Haz deporte que es muy sano

Ya tengo una edad, normal pero una edad. Vale, tengo 38 años, soy ¿joven? eso creía yo pero... Seguid leyendo.

Érase una vez una persona deportista de toda la vida, por movitos que no vienen al caso abandona el deporte durante unos años, vale, durante demasiados años. Como el cuerpo no perdona pues se va deformando y claro, no en las piernas ni en los brazos sino en la parte delantera del tronco. Un día se miró en el espejo y no se reconoció. A partir de ese momento decidió ponerse manos a la obra y de paso ponerse en forma pero ¿qué deporte podría hacer que no estuviese demasiado ligado a horarios, que fuese fácil de practicar y además no requiriese invertir mucho dinero en equipación? La respuesta llegó como un rayo a su cabeza: ¡CORRER!

Como hacía muuuucho tiempo que no practicaba ningún deporte se le ocurrió seguir un plan desarrollado por profesionales y para ello se compró un libro. Ahí empezó a darse cuenta de su error. De momento el libro costó más de lo que imaginaba para el número de páginas que contenía (eso debería significar que el contenido era buenísimo). Empezó a leer y se dió cuenta que debería invertir algo de dinero adicional en equipación, camisetas, pantalones, riñoneras con botellitas, calcetines, había tooooooda una sección dedicada a la práctica de ¿correr? ¡noooooooooo!, del "Running" (a pesar de estar en España). Cogió una cesta y echó 3 camisetas, dos pantalones, una riñonera, 3 pares de calcetines y a pesar de que los calzoncillos superhipermegaespeciales de 'running' eran muy bonitos los dejó en su sitio.

Después llegó otro momento crucial en la práctica del deporte que fue el elegir unas deportivas. Eligió unas de precio intermedio (50 Euros) y se dispuso a pagar. Casi le dió un infarto cuando vio el precio total pero bueno, todo por la vida sana.

Llegó a casa, se estudió el libro de memoria e inició un plan que consistía en salir a correr un día sí y uno no. A la mañana siguiente empezó con muuuucha ilusión su nueva vida deportiva. Se vistió para la ocasión y salió a correr. Todo fue como la seda, menos mal que se había comprado el libro porque no se sentía cansado ni mal. Así pasó la primera semana y al llegar la semana siguiente empezó a sentir molestias en los pies. Se dijo así mismo que como hacía mucho que no hacía deporte que era normal por lo que decidió descansar esa semana. Pero el tiempo pasaba y el dolor no remitía así que fue a su fisioterapeuta-osteópata particular (y de más gente claro sino la pobre...) que le empezó a tratar los pies. No se puede expresar con palabras el dolor que sintió en cada uno de los pies. Al parecer, unos huesecillos sin importacia de los pies se habían caído hacia abajo y se los tenían que colocar. Además, le recomendaron hacerse una prueba de pisada para ver el tipo y en función de eso comprarse unas zapatillas adecuadas.

De vuelta a la tienda de deportes le hacen la prueba y le dicen que tiene pisada 'pronadora' por lo que las zapatillas que tiene que comprarse son desde un punto determinado del estante hacia la izquierda (¿donde estaba ese dependiente la semana anterior?). Le dice al dependiente las zapatillas que se compró la semana anterior y la respuesta fue: "esas para pasear están bien" (¿Entonces porqué están en la sección de "running"?). Total, otros 110 euros de nada de unas zapatillas nuevas.

Ooootra semana de descanso después, ya con sus flamantes nuevas y anti-pronadoras zapatillas de "running" empezó otra vez las sesiones de día sí día no. Esta vez, al segundo día empezó a sentir molestias en las rodillas. Siguió otro día y como el dolor aumentaba (hasta el punto de no poder ni andar), volvió al físio que le diagnostico problemas en el "tendón de pata de ganso". Total, más retorcimientos y más descanso. Y como no, cada visita al físo, más dinero.

Creo que es de sobra conocido que esa persona soy yo. Además, debo confesar, que he omitido cosas a propósito como que durante mis pocas sesiones deportivas, me encontré con muuucha gente "mayor" que me daba unos repasos de alucinar.

El caso es que me he gastado una pasta en equipación, me he lesionado, no he podido practicar el deporte y además no he adelgazado. Total, un desastre. Eso sí, ya llevo un par de meses de reposo y... que se prepare la fisio que dentro de nada me tiene otra vez allí. ¿Qué será esta vez? Se admiten apuestas...

miércoles, 20 de octubre de 2010

De vuelta (de campana)...

Hola a todos de nuevo, después de tanto tiempo esperando un post en vuestro blog favorito, por fin lo tenéis aquí.

Tengo que decir que el título es mío a medias, me explico. Vivimos en un lugar paradisiaco, por lo menos para mí. Vivimos en una plaza cerrada al tráfico, rodeados de gatos, gatas y gatitos, de vecinos capullos que dan salsa a la vida, de vecinos morosos que no pagan la comunidad y por lo tanto no pueden ser presidentes de la misma, de vecinos mayores que no quieren ser presidentes amparándose en su edad, de vecinos alquilados cuyos arrendatarios no son presidentes porque viven fuera de la comunidad, de vecinos invisibles que tienen el piso vacío, en especial los días de junta de vecinos que hay cambio de presidente, de vecinos de otros bloques con sus diversas peculiaridades de los que destacan en especial dos vecinas, maravillosas con las que nos pasamos las horas muertas en los bancos de la plaza, en frente de casa, hablando hasta las tantas, incluso aunque al día siguiente haya que madrugar. Una de estas vecinas tiene una hija cuyo novio es el autor de la famosa fráse del título. Cierta noche su futura suegra le preguntó si iban a dar una vuelta a lo que el contestó: "sí, de campana". Me hizo mucha gracia la frase y ahí está, en el título.

A pesar de lo anterior realmente he cogido mucho cariño al barrio en el que vivo. Me explico:

Es un gustazo ir al mercado a comprar y tardar 2 horas en volver porque te paras con el carnicero, con el charcutero, con el pescadero, con el frutero, con el pollero... Cuando compramos en una gran superficie, elegimos lo que queremos, lo metemos en el carro y nos lo cobra una persona que no conocemos y que probablemente no volveremos a ver.

Es un gustazo volver del centro de Madrid andando a casa por la noche después de haberte tomado un café en uno de los múltiples que hay por el centro y de haber disfrutado de una cena-paseo-por-el-centro, con su ambiente mágico, único e irrepetible que no existe en ninguna otra ciudad del mundo (tan sólo se le acerca París).

Es un gustazo ver cómo tus hijas te dicen que les encanta la plaza y que necesitan bajar a jugar en ella.

Es un gustazo tener el metro a 3 minutos escasos de la puerta de tu casa.

Es un gustazo tener el trabajo a 15 minutos de coche (por lo menos de momento).

Pero lo que es un super-hiper-mega-gustazo es haberme encontrado con 3 seres maravillosos que ya habitaban la casa que ahora habitamos 4 o 6, depende del día. Me refiero al amor de mi vida, Mae y a Niki y Bruno, gata y gato de mis amores y mis entretelas.

Se aproximan grandes cambios en la estructura de la casa, nuevas decoraciones pero la esencia, el ambiente, seguiran siendo los mismos. Tengo muchas ganas de verlo terminado y no ha empezado todavía. Todo llega y todo se andará. Mientras tanto, por suerte, sigo disfrutando de mi vida, plena al fin y cada día que pasa, aunque parezca imposible, un poquito más.

miércoles, 21 de julio de 2010

Calor, calor y más frío, sí, frío, y después más calor.

¡Qué bonito es el verano! Las terracitas llenas de gente tomando sus refrigerios mientras tú trabajas. Bueno, quizá debería empezar por el principio y así ésto no estaría deslavazado.

Como todos los que me leéis sabéis, trabajo como instructor. No voy a decir de qué porque luego me llueven las consultas informáticas. Ooooops, creo que ya lo he dicho. Bueno, sigo. El caso es que estoy en turno de tarde, el maravilloso horario de 16:00 a 21:00. Este horario tiene muchas ventajas, sobre todo para mi empresa que a parte del trabajo que realizo por la tarde, pues como tienes las mañanas libres puedes hacer bla, bla, bla, bla, bla... Los días que no me lían en mi empresa ya me lío yo sólo. La gente me dice "jo, que chollo, así no madrugas". ¡JA!, me río yo de no madrugar. Todo lo que sea levantarse más tarde de las 08:00 hora zulú es tener la mañana perdida. Tengo que comer a eso de las 13:30 para no salir a trabajar con la comida en la boca lo que implica que a las 12:30 tengo que empezar a hacerla. Cuando me meto en el coche para ir al curro, el termómetro marca 52º. Eso sí, luego baja, a 41 pero baja. El volante, cuando no está derretido no se puede tocar ni con guantes y sí, le pongo el quita-sol al coche pero vamos, que es más un quita-dinero porque sol, lo que es sol no quita nada.

Trabajo en una segunda planta muy maja a la que le da el sol toooooda la tarde por lo que el aire acondicionado no hace mucho. ¿Que si no hay más aulas libres? Sí, pero parece que van a seguir así el resto del curso.

Total, calor por la mañana, más calor por la tarde y...

Sí, llego por fin a casa y me encuentro lo más agradable del día, a mi niña, a Mae, con la cena recién hechita y lista para comer. A esas horas el calor va bajando aunque hace falta el ventilador.

Llega la hora de irse a la cama y... Mae, que sufre ataques caloríficos agudos todas las noches del verano, ha puesto el aire acondicionado en la habitación, eso sí, en modo nocturno/dormir y a temperatura alta por lo que ELLA no tiene frío pero yo sí. Total, que al final me tengo que echar la sábana por encima por el frío. Pero... cuando Mae se levanta para ir a trabajar quita el aire acondicionado y... ¿pensáis que también me quita la sábana? Pues NO. Al rato ooooootra vez calor, y así todos los días.

Aún así, no me perdería una noche sin ella por nada del mundo. Eso sí, en verano, calor, calor y más frío y después, más calor.

miércoles, 21 de abril de 2010

Díaz Ferrán y Garzón en el País de las Maravillas (o lo que es lo mismo "Así va España")

Esta mañana nos hemos levantado con una noticia relacionada con supuestos presuntos impagos de otra empresa del Presidente de la Patronal (CEOE) Gerardo Díaz Ferrán. En este caso se trata del Grupo Marsans. Según los informativos este grupo no pagaba el canon correspondiente por la venta de billetes y por lo tanto se le ha prohibido la venta de los mismos.

Recordemos que anteriormente Díaz Ferran fue noticia por el cierre de la aerolínea Air Comet, de la cual era copropietario, que presentaba una deuda de 220 millones de euros presentando al momento del cierre una cantidad de afectados cercana a los 24.000 junto a 740 trabajadores, algunos de los cuales llebaban SEIS MESES SIN COBRAR SU NÓMINA.

Después de esta interesante noticia en la que se ve que el Presidente de los empresarios no pagaba a sus empleados (ahí, dando ejemplo), el Gobierno de España decide disolver Seguros Mercurio, una vez más copropiedad de Díaz Ferrán, porque la empresa no podría hacer frente a los pagos que le iban a venir en las siguientes semanas.

Concluyendo, un señor que preside a todos los empresarios españoles, que se reune con sindicatos y gobierno para "negociar" decretos y normas que afectan a todos los empleados de España, se permite el lujo de no pagar a sus empleados, de pasar de toooodas las personas con billete en unas fechas tan notorias como las navidades que no pudieron volar a su país, que deja sin seguro a un montón de empresas y ahora -ya veremos que ocurre con los trabajadores y/o usuarios de Viajes Marsans-, es premiado recibiendo el apoyo de la CEOE, igual que cuando no se castiga a un niño pequeño que hace algo mal. La diferencia es que este señor no es un niño pequeño (ya le gustaría) y está jugando al monopoly con muchas familias, familias que si pudiesen ser escuchadas o tuviesen algún poder de decisión seguramente no esperarían a que tuviese un arrebato de dignidad y dimitiese; seguramente lo cesarían de inmediato de su cargo por hacer mal su trabajo y por regodearse de ello con frases tan célebres como la del gordo de la lotería.

Del otro lado tenemos a Garzón, que por hacer bien su trabajo está siendo juzgado (a instancias de la falange entre otros) y al que se le puede inhabilitar (con todo lo que eso conlleva). Se le acusa de incumplir la ley de Amnistía de 1977 (alguien debería leérsela para después opinar) y de escuchas ilegales en el caso Gürtel. Curioso, muy curioso que el caso Gürtel pueda quedar en aguas de borraja si se inhabilita al juez que lleva la causa. Como las pruebas son indiscutibles y están confirmadas pues la única via de escape es "cargarse" al juez. Y todavía nos planteamos si la justicia está politizada o no...

En fin, que sí, que vivimos en el país de las maravillas donde todo va al revés. Como dirían algunos... "Así va España".

lunes, 8 de marzo de 2010

¡Cuánta razón tenía Alaska allá por los años 80!

¡Qué lejos queda! 30 años ya. Jo@e pensarlo (por si alguien no se ha dado cuenta, quería poner 'jode' pero he cambiado algunas letras para no herir suceptibilidades, que a mí me lee mucha y muy variada gente). Por aquellas fechas yo no sabía de la existencia de Alaska, esa erudíta que ya escribía sobre cosas que siguen pasando 30 años después. (La verdad es que no recuerdo si la bola de cristal estaba ya o no... estoy perdiendo la memoria con la edad).

A lo que vamos, una mañana cualquiera de un mes cualquiera pero del año 2010, se me ocurre la feliz idea de ir a comprar a un centro comercial, Carref#@r (he cambiado las letras para no hacer publicidad, gracias Mae por tus buenos consejos sobre el tema, me refiero a la publi, no al cambiar las letras que ha sido idea mía...). Llego a la caja, coloco todo perfectamente en la cinta transportadora y cuando voy a dar los buenos días o tardes a la cajera ésta me dice: "Un momento que cobro a esta chica que no le iba la tarjeta". A partir de ahí...

-Uy, no me sale "Nuevo cliente".

Esa frase no presagiaba nada bueno. Viene otra cajera a ayudar. Al cabo de un rato viene otra. Hablan de códigos, los teclean. Nada. La cola sigue creciendo pero nadie dice nada. Al rato se deciden a abrir la caja de al lado porque esa se ha roto (algo que ya se sabía hacía 10 minutos). Empiezan a pasar los artículos de una cinta a otra y una clienta protesta: "¡Ah!, ¿pero tenéis que cobrar todo eso antes de abrir la caja?"... Pues claro señora, que estoy aquí antes que usted y los turnos se tienen que respetar.

Pasan todos los artículos por la otra caja y cuando va a salir el ticket... "Uy, no me lo puedo creer. No hay papel..." Cambia el rollo pero ha perdido toooodos los artículos y el ticket no sale. Llama a alguien y le pide que le saquen un duplicado del último ticket de esa caja. Mientras cobra a otra señora. Vuelve la anterior con un ticket. Es el de la última señora que es la que generó el último ticket. "Uy, jejeje, que curioso. Casi mejor vaya a caja central y firme allí"

Por fin consigo pagar y entonces pienso: Horror en el Hipermercado.

martes, 9 de febrero de 2010

Para limpiarse, lo mejor... la manga.

Recuerdo cuando era pequeño (sí, ya sé que no he crecido demasiado...) y me limpiaba la boca con la manga de un jersey o una camisa recién puesta. Automáticamente veía volar la mano de mi madre hacia mí mientras yo pensaba que qué habría hecho mal, si me había limpiado la boca. Menos mal que entonces era capaz de pensar y actuar a la vez y normalmente esquivaba sus falanges con una rapidez felina. ¡Qué tiempos! Pues hace poco esos tiempos han vuelto (no, no los de la mano volando que ahora podrían pasar dos cosas: que mi madre se dislocase el hombro al echarlo para atrás o que yo me quedase con semejante "guaya" dado que hoy por hoy si pienso no me muevo).

Todo comenzó un lunes cualquiera en el se nos ocurrió ir a comer a Mae y a mí. Fuimos a un centro comercial donde solíamos comer a menudo y estuvimos mirando menús. Yo me apaño con lo que sea pero Mae es más "selectiva" ;-). Total que no "nos" gustaba ningún menú y vimos un "restaurante" nuevo. Nos acercamos a mirar la carta y apareció un camarero muy educado y rápido:
-¿Mesa para dos?
-Estamos mirando pero... probablemente sí.
Mae dio su visto bueno y nos sentamos. En seguida nos leyó el menú (que acabábamos de leer) y pedimos. Mae una estupenda sopa castellana y yo unos fingers de mozzarella. De segundo un bistec de ternera "pasadito" para cada uno.

Nos trajeron la bebida y cuando llevaba media cerveza sin haber comido nada me di cuenta de que empezaban a tardar en traer la comida. ¿Más de 10 minutos para una sopa y unos fingers de freidora? Al poco trajeron los fingers pero ni rastro de la sopa. No tenían mala pinta pero no iba a empezar sin que todos tuviésemos la comida. Al rato apareció la "sopa". Lo entrecomillo porque aquello parecía agua de fregar en un plato. ¿Dónde habría aprendido el cocinero a hacer sopas castellanas? Sí, llevaba pimentón y algo que parecía un huevo pero de ahí a una sopa...
Por supuesto Mae se comió sólo dos o tres cucharadas (si hubiese tomado más habría habido peligro de "volcán en erupción"). Claro, como no vaciaba el plato pues el camarero no venía a recogerlo para el segundo plato, bueno, eso y que era un poco...

Por fin viene a llevarse "el tema" y se lo lleva sin preguntar que porqué se había dejado casi todo. En fin, 20 minutos después aparecen con los filetes. ¡20 minutos! Durante todo ese tiempo tuvimos tiempo de observar a un tipo con vaqueros y camisa con gemelos (puaj) y con cara de "Gran Pijo" que merodeaba por el local como si fuese suyo (y lo era). El caso es que eso nos entretuvo un ratito y ya empezó la risa floja. Cuando por fin trajeron los filetes... incomestibles de todo punto. ¿No sabían ni hacer un bistec? El caso es que como teníamos hambre (y la pobre vaca no tiene la culpa) nos comimos toda la carne.

Mientras esperábamos otros buenos 10 o 15 minutos a que nos retirasen el plato y nos tomasen nota del postre apareció Granpi (Gran Pijo) y nos habló como si tuviese una patata o una po@*a en la boca. Resumiendo, nos preguntó que si queríamos otra bebida a lo que le dijimos que no (¿no veía que ya no había comida en la mesa?) y que qué tal todo a lo que Mae, en su empeño de no mentir le dijo: "ya hemos terminado".

Nos tomaron nota del postre y cafés y otro ratito de 10 minutos después aparecieron por nuestra mesa con la comanda. Si os estáis preguntado si el local estaba lleno la respuesta es ¡NO! (y ahora sé porqué). Me tomé el café con tranquilidad y al ir a limpiarme la boca con la servilleta, de papel, empecé a desplegarla y cual es mi sorpresa cuando me encuentro ¡UNA HOJA DE MENTA! dentro de la servilleta. Sabíamos que era de menta porque era igual que la de los profiteroles de Mae. Si lo sé me limpio con la manga. ¡QUÉ MÁS PODRÍA PASAR! pues aún quedaba una.

Pedimos la cuenta y otros 10 minutos después (ya se convirtió en el ratito standard) aparecen con la misma. Le di dos tickets de comida y dinero en efectivo (puesto que con los tickets no llegaba al importe total de la cuenta) y la camarera se lo entrega a Granpi. Éste, después de un ratito (10 minutos) de hablar por teléfono, se da cuenta de que no ha cobrado y se pone a ello. Al rato llama a la camarera y le da algo. Ésta vuelve con los tickets y con el dinero y me dice que no me pueden dar vueltas de los tickets. Intento mantener la compostura mientras la explico que como no llega con los tickets, le doy dinero en efectivo y que de ahí si me tiene que dar vueltas, a lo que ella responde "a mí lo que me han dicho, voy a comentarlo". Efectivamente, al rato aparece Granpi con las vueltas y pidiendo excusas (sólo por lo de las vueltas, nada del tiempo perdido ni del estado de la comida ni de la hoja que se veía en la servilleta). Por supuesto Mae en su línea de respuestas que no son mentira pero que no contestaban sus preguntas. ¡Qué grande, Mae!.

Mientras nos íbamos vimos como la camarera y Granpi anunciaban que la gente probase su estupendo "croissante" recién hecho. Hasta eso lo estaban poniendo mal.

Si alguno queréis saber el nombre del restaurante en cuestión y su localización, que comente la entrada y yo se lo diré encantado.

De todas formas, de esto saco que los niños siempre tienen razón, para limpiarse, lo mejor... la manga.

Si quieres conocer la historia desde el punto de vista de Mae haz click aquí

viernes, 29 de enero de 2010

Frases Célebres 2009 (Por MaeWom)

Una vez más, mi querida Mae quiere publicar un post en mi blog. Lógico, sabe que mi blog es leído por miles, qué digo, millones de personas en Internet (o por lo menos eso es lo que soñé ayer...) así que sin más os dejo con las frases célebres de 2009.

FRASES CÉLEBRES DE 2009

No soy dada a las colecciones.
Con ellas me pasa como con los primeros días del Año Nuevo: plagado de buenas intenciones que se diluyen con la rutina.

La última y tercera colección de mi vida (de momento) que parece que va a llegar a buen término es la que hace por mí mi estupendo novio. ¡Al final va a ser él el que sepa más de fotografía que nadie!...
…Hmmmm…¿y si la clave es que mis colecciones las hagan otros por mi?

Pero no todo va a ser negativo: la segunda colección la completé yo solita.
Sencilla, sin desplazamientos, sin ponerse avisos en el móvil, sin buscar tiempo para hacerla, sin dedicarle horas para aprender, practicar…sin complicaciones, sin compromisos, una relación libre y voluntaria,...

Tan sencilla tan sencilla como lo que os pongo a continuación:

"¿Te queda claro?" (Este fue el conato más "belenesteban" que he visto a principios de 2009 sin que lo protagonizara la susodicha.)

"Eres tan ignorante que te crees que la ciencia es brujería"
"Tengo toda una vida por delante...y otra por detrás" (Muy apropiada cuando estás en la treintena)

"Yesh" (¿Cómo he podido sobrevivir a la rutina antes de conocer el magnífico trabajo de Patrick McDonnell?)

"Tengo una agenda tan apretada que he hecho un hueco para trabajar"

"Me levanto pa' arriba, me siento pa' abajo" (ésta es de un anuncio así que no es tan anónima).

Especial mención se merece la subcategoría de Frases Célebres Espontáneas que dicho sea de paso, son las mejores:

"Hace tanto calor que se te queman las yemas de los huevos" (en vez de "Hace tanto  calor que se te queman las yemas de los dedos")

"¡Corta el pollo!" (en vez de "Corta el rollo")

"Putachús"  (en vez de "Chupa Chus")
"Marraninas" (en vez de "mandarinas")
"Tigurón" (en vez de "tiburón")
"Cinta de gnomo" (en vez de "cinta de lomo")

Espero que 2010 traiga nuevas y mejores expresiones de ingenio popular...y ojalá el resto de colecciones fueran tan agradecidas como ésta.

Maewom

jueves, 14 de enero de 2010

Iron Maiden, Suecia, Verano... ¡QUIERO IR!

Buf, pedazo de noticia que acabo de leer en la web oficial del mejor grupo del mundo Iron Maiden. Este verano salen de gira y... tocan en un festival denominado Sonisphere Festival junto con otras bandas como Mötley Crüe, Alice Cooper, Slayer o Antrhax entre otras. Ya solo con los Maiden merecería la pena ir pero además tenemos una flipada de bandas adicionales.




Otro punto a favor del festival es que es en Estocolmo, Suecia y... después de devorar la saga Millenium del genial Stieg Larsson es una de las ciudades donde más me apetece ir y para colmo (de Estocolmo) es el 7 de Agosto.




¿Y el precio? Pues 925 Coronas suecas que al cambio son unos 90 €, vamos, tirao teniendo en cuenta los pedazo grupos que van.




Me estoy planteando ir muy en serio. Una semanita romántica en Estocolmo ¿verdad Mae?



Allá vamos...

miércoles, 13 de enero de 2010

Impuesto Basura (Por Mae Wom)

Mi querida y amada Mae Wom me envía esta entrada para que la publique, ya que Mae lo que tiene es un Foto Blog (muy bueno por cierto, merece la pena que le echéis un vistazo) In Vitreo. Bueno, no me enrollo y os la pongo directamente (a mí me encanta... ).

Impuesto Basura
Llevaba yo unas semanas con una sonrisa más ancha que el Gato de Chesire, de Alicia en el País de las Maravillas viendo cómo los recibos para pagar la Tasa de Recogida de Residuos Urbanos iba llegando alegremente a los domicilios de familiares y conocidos.

-¡Yo no lo he recibido aún! -decía yo entre bromas -A ver si se olvidan de mi y no me llega.

Ingenua.

El famoso recibo fue recibido y registraba la no muy excéntrica cantidad de 29€ . Teniendo en cuenta que el impuesto es excéntrico de por sí podría haber sido peor. (Todavía me duran las tiritonas por el soponcio de la contribución allá por octubre...Brrrrrr!)

Como decía llegó y yo toda jactanciosa presumía:

-Pues lo voy a retrasar todo lo que pueda y más. ¡Con suerte lo quitan!  -esto último, claro está, iba de coña pero en el fondo en el fondo creo que quedaba una secreta esperanza como una lucecita minúscula al fondo del oscuro tunel.

-Resistencia pasiva voy a hacer - clamaba yo cuando hablaba con mi padre quien decía que lo iba a pagar por si acaso se le olvidaba después - como hacen los de Greenpeace.
-Que luego viene con recargo.
-A veeeer....el mío tiene como fecha límite el 5 de enero, juas, pues me espero.

Pasaron los días. Mi padre pagó su recibo. Llegaron las Navidades, las reuniones familiares, las fiestas, las comidas, las cenas...
El día 4 comprobé que el recibo podía pagarse por internet.

-Guay! Así me ahorro madrugar para ir a la Caja (al banco, no es que me fuera a meter en una caja de cartón; y no era un banco de sentarse sino donde hay un señor algo aburrido que te coge el dinero o te lo da dependiendo de lo que le escribas en una notita).

Lo coloqué en un lugar privilegiado al lado del ordenador para que pudiera ser pasado revista inmediatamente que fuera requerido. ¡Aaaar!.

Y así sin avisar llegó el día previo al día de Reyes (o sea, 5 de enero). Todo el día haciendo cosas sin parar, ultimando detalles, separando regalos, etiquetando..., cabalgata de reyes con niños por la tarde.

Ya en el coche:
-Has pagado el impuesto de las basuras, cariño?
-Eeeeps...noooo...Aaarg! La hora límite son las 8 de la tarde.

Comprobamos relojes: 18:45. Imposible llegar a tiempo a casa para pagarlo. ¡Mi**da! Podría habérmelo traído y hacer el pago desde el ordenador de mi suegro!
Nos encomendaremos a la Virgen de los Pagos Impuntuales y que sea lo que tenga que ser. Pero ¡j***r cómo me fastidia el recargo!.

Amanece el primer día hábil después del 6 (es decir, el 7) y el despertador me recuerda que después de hacerme la chula negándome a pagar un recibo hasta el último momento resulta que me toca pagar más. La próxima vez que alguien me recuerde no sacar la macarra a pasear cuando se trate de pagar impuestos.

Sin desayunar, sin paragüas y sin guantes (¿o era con paragüas pero sin guantes?) me voy a la Caja (al banco) y no todo iba a ser malo en ese día pésimo (el viento helador y la lluvia de regadera no lo hacían muy apetecible): ¡no hay cola!
Soy la segunda en ser atendida. Cuando te toca casi ya casi parece más lento que cuando hay una cola más larga. Me planto en la ventanilla sin cristal.

-Buenas, que vengo a pagar (a ver si cuela).
....
-No me lo coge.
-Ups! Es que me negué a pagarlo hasta el último momento y lo he apurado bien.
-Pero bien, bien...Tienes que ir al Ayuntamiento a que te den otro.

¡Joer! No era suficiente con el recargo como para que encima tenga que ir a pedir un recibo nuevo. ¿Por qué lo hacen? ¿Para humillarte públicamente? Seguro que al llegar te plantan un capirote con orejas de burro y te hacen corrillo los funcionarios mientras corean: "¡Paardillaaa! Paardillaaa!".
Como si lo viera.

Me doy un paseito de unos buenos diez minutos contra las inclemencias del tiempo. ¡Y yo sin guantes! ¿O era sin paragüas?

Paso el control de seguridad mientras hago un repaso mental de lo que llevo en el bolso, que como estoy de vacaciones hace días que no lo uso y con la de cosas que me llevo a trabajar cualquiera sabe. Ahora que lo pienso creo que no suelo llevar ropa interior sucia así que no hay problema. Suspirando de alivio me dirijo a la ventanilla-filtro-información.
Espero otra mini cola (hoy es mi día) y me fijo en que la señora que la atiende lleva un mostacho postizo. ¡Qué cachondos estos funcionarios! Bueno, mejor que lo del capirote, es.
Me toca el turno.

-Buenas, que...
-¿Tiene cita? -ya de cerca me fijo que no lleva bigote postizo, que es suyo de verdad.
-No...(¡ja! ¡yo apurando el recibo hasta el final y voy a pedir cita!)
-Pues a la cola! -ladró la mujer-bigotuda.

Dos mini colas en un mismo día al lado de términos como bancos o burocracia era demasiada casualidad para que hubiera una tercera. Al menos esta cola avanzó ligerita.

El caso es que la mujer-bigotuda me dio mi número y al anterior ya le estaban atendiendo.
¡Deben de haber sido muy buenos los Reyes Magos este año y todo el mundo está jugando con sus juguetes porque no se explica que no tenga que esperar ni aquí!.

Ya me toca y me acerco a la ventanilla (sin cristal también, ¿por qué las llamarán ventanillas si encima tampoco son pequeñas?).

El hombre que me atiende está reclinado sobre su asiento. Me mira lánguidamente levantando los párpados desde su rostro de piel dorada y rasgos orientales (orientales de Oriente, como los Reyes Magos, no como Jackie Chan) y extiende una mano para coger mi recibo caducado.

La otra mano permanece oculta debajo de la mesa. ¿Me estará apuntando con una pistola porque ya ha visto que ha expirado el plazo para pagar y piensa que soy una infiel al tributo municipal? ¿Me estará haciendo un feo gesto con el dedo medio por darle trabajo en una mañana tan tranquila?
Al final parece que ni lo uno ni lo otro pues debió de recordar que algún día hizo una prueba de mecanografía para ser funcionario y resucita la mano izquierda, tecleando con las dos.

Me entrega el recibo nuevo. Miro el importe y es el mismo que el del antiguo. Mi lado oscuro se inclina por la picaresca de hacerme la loca e irme sin decir nada. Pero recuerdo después que la picaresca en la burocracia no existe. Que si te pasas de listo te toca volver otra vez. Incluso si no te pasa de listo ni de tonto muchas veces te toca volver incluso más veces. Así que opté por asumir la derrota. ¡Ya total!

-Esto...El recibo estaba pasado de fecha pero el importe es el mismo...-ya está, ya lo he dicho.
-Te lo he puesto sin recargo -me dijo con su acento aterciopelado.

Le miro con ojo clínico y pienso que quizás uno de los Reyes Magos, con esto de la crisis, hace unas horillas como funcionario.
Que a lo mejor este año no les da para tanto juguete para hijos de parados así que salgo de nuevo a la calle y con las plumas erizadas de satisfacción me voy a pagar el dichoso recibo a través del agua y del frío, sin guantes y con paragüas.
 
Mae Wom
Lo dicho, simplemente genial.

De vuelta al... Blog

Bueno, pues por fin se acabaron las vacaciones de Navidad y todo ha vuelto a la "normalidad". Realmente se acabaron hace un par de días (uno si no contamos La Nevada Que Paralizó A Un País protagonizada por gobiernos y administraciones públicas de todos los colores políticos y otros que están por inventar (¿Cómo lo harán en los países nórdicos? ¿3 o 6 meses sin clases y sin currar?)).

Para ser sincero he tenido unas vacaciones de Navidad muy buenas, como hacía años que no las tenía. Las he pasado junto a mis 'pelotillas' (mis hijas) y mi amada y nunca suficientemente idolatrada novia (es que seguro que lo lee, sino diría mi 'pelota', ya sabéis, un Escarabajo Pelotero (Pelotillero) siempre anda con pelotas (pelotillas)).

Tampoco me voy a explayar dando explicaciones de todo lo que he hecho, es más, no voy a decir nada de lo que he hecho. Queda guardado en mi memoria para mi regocijo personal e intransferible.