lunes, 28 de diciembre de 2009

Después de un día de bici... ¡A currar!

Estoy escribiendo esto con dos dedos, en concreto el meñique y el anular de la mano izquierda. Ya, ya sé que es difícil y lento pero después del día que pasé ayer (muy bueno, por cierto) tengo el resto del cuerpo dolorido. Como supongo que quienquiera que esté leyendo esto (o por lo menos espero que alguien lo esté leyendo) estará bastante intrigado, tan sólo tiene que seguir leyendo.

Como está haciendo tan buen tiempo estas navidades y tengo una flamante bicicleta nueva con la que mi mujer me ha vuelto a viciar pues decidimos hacer una salida a alguna Vía Verde para darnos un buen homenaje ciclista. Cómo no, para la ocasión contamos con mis cuñados y su hijo de casi 8 años. Mi cuñado es ciclista ex-profesional (pongo el "ex" en profesional porque ciclista sigue siendo) y pensé que sería mi único rival fuerte en la marcha que íbamos a hacer; craso error.
Nos levantamos a eso de las 07:20 hora zulú para preparar todo en condiciones. Cuando era pequeño sólo hacía falta la bici y ya está, ahora que si casco, que si guantes, que si parches, que si la mochila de bici, que si llaves de repuesto, que si... vamos, un sin parar de organizar. Bien, además iba a estrenar un culotte y una chaqueta ciclista que me trajo "El de la barba blanca" e iba lleno de emoción. Llegamos a nuestro destino a unos 60 kilómetros de Madrid (no digo el sitio que sino luego se corren las voces y se llena el sitio, que este blog lo lee muuuuucha gente), me armo de casco, guantes, mochila, bici, etc y me dice mi cuñado "¿llevas calzoncillos?". Al principio pensé que estaba de coña pero, no, por lo visto es que se clava la costura con el cullote y la bici por lo que tuve que improvisar un vestuario en el coche y quitármelos. En fin, después de algunos ligeros ajustes en la bicis que hizo mi cuñado nos pusimos en marcha.



Como era de esperar, debido a un inoportuno dolor en las rodillas, mi cuñada se quedaba atrás. "Ajá", pensé, "esto promete, a pesar de mi baja forma física no voy a quedar tan mal, tan sólo quedan mi mujer y mi sobrino de 8 años. Ja ja ja ja ja." Cuando estaba soltando el último "ja" me di cuenta de que estaban lejos, muy lejos y salí disparado a por ellos. Al cabo de 15 minutos estaban esperándome. Mi sobrino me adelantaba en las cuestas con una bici sin marchas, mi mujer cogía unos ritmos rompepiernas que no era capaz de seguir y mi cuñado pendiente de que no nos quedásemos atrás.




Al final, hicimos como 25 Km., lo cual no está nada mal pero os podéis imaginar cómo se me quedó el cuerpo, ya os digo, estoy escribiendo esto con las únicas partes del cuerpo que no tengo doloridas (bueno, podría intentarlo con la cabeza pero sería complicado acertar con las teclas).

De cualquier forma, fue una salida genial, la mejor que he hecho hasta ahora y se lo tengo que agradecer a mi mujer. Sin su tesón y paciencia esto no habría sido posible y ayer disfruté mogollón.

Y cómo no, al día siguiente... ¡A currar!

martes, 22 de diciembre de 2009

Año Nuevo, Vida Nueva

Y esta vez es de verdad.

El día 29-05-2009 dejé de fumar después de haberlo hecho durante 23 años. A decir verdad, no creí que fuese capaz de hacerlo pero lo hice. Mi hija mayor me echaba unas charlas al respecto increíbles y mi novia/pareja/mujer (mujer para abreviar ya que llevamos viviendo "en pecado" unos cuantos años) se inventó un método que realmente funcionó.

Lo primero que hice fue cambiar a tabaco de liar. Con este gesto conseguí dos cosas: fumar menos y ahorrarme un pastón. De fumarme un paquete al día (20 cigarrillos) pasé a fumarme 10 cigarros puesto que este tabaco me llenaba mucho más y de gastarme unos 25 euros a la semana pasé a gastarme entre 5 y 7 euros.

Cada cierto tiempo rebajaba un cigarro a la cuenta diaria, bueno, para ser sincero tengo que decir que normalmente me "recordaban" que tenía que reducir uno, hasta que me fumaba 1 o dos cigarros diarios. Para engañar un poco al "gusano tabaquil" repartía esos cigarros en 4 o 6 tomas.

El caso es que no sabía muy bien qué día dejarlo y... bueno, pues llegó el cumpleaños de mi mujer y... zas, se lo regalé como regalo de cumpleaños. Ese día, a las 23:59:59 (sí, apuré hasta el final) apagué mi último cigarrillo. Recuerdo muy bien que era viernes y que pensé "vaya, has ido a elegir un fin de semana y encima de celebración de cumpleaños, muy bien, muy bien... no vas a ser capaz y la vas a defraudar. ¿Porqué tendrás la boca tan grande y se lo has regalado por su cumple? ¿No podrías haber elegido otra fecha?". Y la verdad es que no fue fácil, de hecho oía a mi otro yo que me decía "ahora estás sólo, quién se va a enterar si le das un par de caladitas" y cosas por el estilo y precisamente el ser consciente de escuchar esas palabras me hizo darme cuenta de lo enganchado que estaba y del control que el tabaco tenía en mi vida así que eso me dio fuerzas para no caer y por lo menos a día de hoy, no haber fumado ni una calada desde el 29-05 en cuestión.

Pero no todo iba a ser un camino de rosas, a cambio me ha surgido un apetito feroz que provoca que me coma hasta el plato. Y es ahí donde espero iniciar mi vida nueva a partir del año que viene. Espero poder controlarme con la comida, y no sólo por no engordar sino por salud. Quiero llevar una vida sana en todos los sentidos y para eso no me tengo que atiborrar como lo hago hoy en día. Quiero pensar que es por la falta de nicotina o porque una ansiedad calma a la otra y que pasará pero también tengo la necesidad de empezar a controlarlo ya.

Realmente para este nuevo año quiero (no importa el orden):
  1. Controlarme con la comida. (Cuestión de salud)
  2. Salir mucho en bici con mi mujer (Cuestión de diversión)
  3. Comprar una casa más grande (Cuestión de espacio... Dos adultos, dos niñas, dos gatos y lo que pueda venir...)
  4. Comprar otro coche más grande (Mismo caso que el anterior)
  5. Que toda mi familia esté bien (Aunque eso no depende de mí, ayudaré en lo posible).
¿Y tú? ¿Qué le pides al nuevo año? Espero que se cumplan todos vuestros deseos.